El área de Houston se está convirtiendo rápidamente en el próximo centro de captura y almacenamiento de carbono. ¿Qué puede significar esto para nuestras comunidades?

El desarrollo de la captura de carbono puede aportar beneficios a corto plazo, pero la tecnología conlleva riesgos a largo plazo. El almacenamiento de carbono conllevaría riesgos permanentes e intergeneracionales para las comunidades, los ecosistemas, la tierra, el agua y el clima. Tampoco obliga a la industria a reducir desde el principio sus emisiones de carbono u otros contaminantes atmosféricos, lo que sería beneficioso para la calidad del aire en general. Todo ello en un ecosistema regulador con un pésimo historial de protección de las comunidades.

Antes de que la CAC se apodere de nuestra región, necesitamos transparencia por parte de los promotores sobre qué se va a construir, dónde y con qué fin. Las empresas que prometen implantar esta tecnología no han demostrado que funcione en la práctica(por ejemplo, el proyecto Petra Nova en la central de carbón de W.A. Parish, en Fort Bend) y los residentes no confían en que los reguladores estatales mantengan la honradez o la seguridad de la industria. Si la CAC se utiliza para perpetuar la economía de los combustibles fósiles a través del fracking, las comunidades ya acostumbradas a ser ignoradas se verán aún más perjudicadas. Necesitamos una evaluación detallada de la seguridad y los riesgos de cada proyecto de CAC propuesto, con planes de emergencia en caso de fallo catastrófico.