DEER PARK, TX - El lunes 16 de septiembre, una brecha en una tubería propiedad de Energy Transfer que transportaba gas natural licuado provocó un incendio de gran intensidad, que ya lleva más de 48 horas ardiendo.

Cuando se produce una fuga química, la calidad del aire es motivo de preocupación. En primer lugar, hay que vigilar los efectos sobre la salud de las sustancias químicas objeto de la fuga; en este caso, la mezcla líquida de gas natural del gasoducto de Energy Transfer. En segundo lugar, si las sustancias químicas son combustibles y se produce un incendio, también hay que vigilar el humo o la contaminación por hollín, también conocida como material particulado (PM2,5).

Los servicios locales de control de la contaminación nos han informado de que el intenso calor del incendio del gasoducto probablemente ha quemado la mezcla líquida de gas natural que se escapaba del gasoducto y la ha convertido en hollín. En vista de ello (y hasta que se conozca información adicional), la exposición a las PM2,5 sigue siendo motivo de gran preocupación. Las PM2,5 son uno de los contaminantes atmosféricos más nocivos por su impacto en las principales funciones corporales, incluidos los sistemas respiratorio y cardiovascular.

Desde poco después de que comenzara el incendio, tanto las autoridades estatales como las del condado han llevado a cabo un control de emergencia del aire en la "zona cero" del incendio. A fecha de esta declaración, no se ha hecho público ningún análisis exhaustivo de los resultados del control de emergencia del aire. La juez del condado de Harris, Lina Hidalgo, ha ido compartiendo algunos resultados a medida que estaban disponibles. Su última actualización no mostraba lecturas aisladas de PM2,5 preocupantes. 

Los monitores fijos de aire reglamentarios situados en toda la región han mostrado colectivamente elevaciones tanto de PM2,5 como de ozono todos los días de esta semana. Los niveles insalubres de ozono son probablemente debido a las condiciones actuales de clima cálido y los niveles de contaminación de fondo existentes. Desafortunadamente, el monitor de aire reglamentario estacionario situado en Deer Park no controla PM2.5. En este momento, la vigilancia del aire sobre el terreno de emergencia es la mejor fuente de datos hiper-local sobre los impactos en la calidad del aire en curso de este incidente.

El público puede acceder y controlar las lecturas diarias del sistema estacionario de control reglamentario del aire en Houston en www.airnow.gov.

Aún se desconoce el impacto de este incendio en la calidad del aire. A falta de estos datos, nuestra recomendación es pecar de precavidos y proteger la salud pública. A tal fin:

• Si los miembros de la comunidad que viven o trabajan en las proximidades del incendio no se sienten bien, deben buscar atención médica inmediatamente, especialmente si padecen una enfermedad crónica o pertenecen a un grupo muy sensible a los efectos de la contaminación atmosférica (es decir, bebés y niños, personas embarazadas y mayores de 65 años).
• Limite en lo posible la actividad al aire libre mientras se encuentre en las proximidades del incendio. Los miembros de la comunidad que deban permanecer al aire libre en la zona deben tomar precauciones de protección personal, como llevar una mascarilla N95.
• Las personas que no necesiten estar en las proximidades del incendio deben seguir evitando la zona por protección personal y para despejar la zona para la respuesta de emergencia.
• Mientras se encuentre en las proximidades del incendio, tome medidas para minimizar la contaminación del aire que entra en el interior. Mantenga las puertas y ventanas herméticamente cerradas y configure los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado para que no aspiren aire del exterior.Todo el mundo debe seguir vigilando el AQI de Houston y tomar las precauciones recomendadas, especialmente mientras la zona permanezca bajo Alerta de Ozono.

Para más información sobre qué hacer en caso de emergencia química, lea nuestro folleto Emergencias químicas: Qué hacer y cómo protegerse.

Una nota final: tras el desastre químico en ITC Deer Park en 2019, las autoridades aseguraron al público que no había impactos persistentes en la calidad del aire después de que se contuviera el evento. Desafortunadamente, el periodismo de investigación reveló más tarde que los tóxicos del aire sí persistieron durante varias semanas después del incendio del ITC. Es fundamental que la historia no se repita en este caso. Esto exige una total transparencia por parte de los organismos reguladores y de Energy Transfer, así como un control continuo sobre el terreno de las proximidades del incendio para detectar cualquier efecto persistente.

Si vive en Deer Park y está interesado en acoger un monitor comunitario del aire con Air Alliance Houston, póngase en contacto con: Diamond Pham en [email protected]