HOUSTON - A principios de esta semana, la TCEQ anunció que pondría fin a la vigilancia del aire tras el incendio químico de Shell y dejaría la futura vigilancia del aire en manos de las propias instalaciones. Este anuncio se produce en un momento en que los miembros de la comunidad aun no saben qué emitió el incendio y a qué niveles. Desde el fin de semana no se ha publicado ningún informe sobre la vigilancia del aire por parte de la TCEQ ni sobre la base de datos de emisiones de la planta. 

Los científicos locales también han expresado su preocupación por el tipo de monitoreo del aire que realizó la TCEQ y las normas utilizadas para declarar oficialmente que no hay peligro para la comunidad. material particulado (uno de los contaminantes atmosféricos más peligrosos que siempre está presente en el humo de un incendio) no se abordó directamente en la respuesta sobre el control del aire en absoluto. Los portavoces de Shell tampoco pudieron proporcionar más detalles.

Dice Jennifer Hadayia, Directora Ejecutiva de Air Alliance Houston: "La TCEQ se encarga de proteger la salud pública y el medio ambiente. Da la sensación de que han renunciado a esta misión en Deer Park tras utilizar posiblemente técnicas y normas de control inadecuadas. Dejar que la fuente del desastre controle ahora su propio impacto es exactamente lo que cabría esperar de un regulador renuente."

Los responsables de la industria siguen sorprendiéndose de la desconfianza de la comunidad mientras ofrecen vagas garantías y se niegan a divulgar información sobre los sucesos relacionados con las emisiones y sus implicaciones para la salud. La comunidad merece disponer de informes actualizados y precisos sobre el control del aire y de inventarios de emisiones en tiempo real.